Me encanta que el día alargue, que amanezca temprano y que anochezca lo más tarde posible. Estoy escribiendo esta entrada y todavía no son las 7:0oh, pero el sol ya quiere tener protagonismo.
Siguiendo la línea que empecé la semana pasada (¡Tu tiempo necesita tu gestión!), hoy me centraré en el primero de los consejos básicos que te proponía para una buena gestión del tiempo:
Misión, visión y valores son conceptos que suelen estar presentes en la mayoría de organizaciones (centros educativos, pequeñas empresas, multinacionales,...), de forma que tenerlos definidos y siempre presentes permite tomar decisiones coherentes y afrontar situaciones problemáticas e imprevistos de forma eficiente.
Veamos brevemente su significado:
- La misión indica el porqué existo, es decir, debe indicar lo que se hace y el propósito. Su redacción debe ser memorable, inspiradora, personal e indicar el público objetivo. Ejemplo: "Traer inspiración e innovación a cada atleta del mundo" (misión de Nike).
- La visión es una exposición clara que indique hacia dónde nos dirigimos. Por ejemplo: "Ser un centro referente de calidad y excelencia educativa" (posible misión de una institución escolar).
- Los valores son los principios éticos que sustentan la cultura y la forma de hacer. Ejemplos: "prestigio, templanza, prudencia, justicia,..."
La sociedad actual, el ajetreo de la vida cotidiana, las costumbres,... nos atrapan en una trampa de la que usualmente no somos conscientes, de forma que nos esforzamos día a día por subir la escalera de la vida, pero en la mayoría de las ocasiones, cuando ya estamos casi al final de esta escalera, nos damos cuenta que no estaba apoyada en el lugar adecuado. Es en este momento cuando se tiene la sensación de haber perdido el tiempo, de haber logrado una victoria vacía.
Tener clara y siempre presente la misión personal y alinearla con aquello que hacemos, se basa en saber porqué existo (misión), hacia dónde quiero dirigirme (visión) y con qué principios (valores).
Y más que alinear la misión personal con aquello que hacemos, lo que se debe hacer es alinear aquello que hacemos con nuestra misión personal.
Stephen Covey en su libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" dedica su segundo hábito "comenzar con un fin en mente" a describirnos con detalle este concepto (misión personal). S. Covey nos dice que este hábito se basa en la imaginación, en la capacidad de visualizar, de ver el potencial, de crear con la mente lo que ahora no podemos ver con los ojos y la consciencia.
"Todas las cosas se crean dos veces: una creación mental y otra física. La segunda creación (la física) deriva de la primera (la mental), del mismo modo que un edificio se construye a partir de un plano". S. Covey
Que una organización o centro educativo no tenga definidas su misión, visión y valores (principios) provoca que el entorno, otras organizaciones o las circunstancias del momento, modelen su forma de hacer, derivando en la mayoría de ocasiones en una notable falta de coherencia y obviamente en una clara ineficiencia de sus actuaciones. Lo mismo ocurre a nivel personal.
Es precisamente por esta razón, por la que resalto la importancia de tener clara y siempre presente la misión personal, para poder gestionar eficientemente nuestro tiempo. Para esto se requiere reflexionar profundamente sobre lo que somos, lo que queremos ser y qué principios queremos aplicar para conseguirlo.
En la última entrada de 2016 (reflexiones y objetivos 06-07) ya te hablé e indiqué mi misión personal:
Tratar con respeto, honestidad, amabilidad, integridad y justicia a todas las personas y animales. Para ello desarrollaré una personalidad basada en el amor, la paciencia, la coherencia, y la perseverancia. Seré guía y protector de mi familia, ejemplo y profesional en mi trabajo, comprensivo y paciente con mis amigas y amigos, sano y con espíritu de superación en el deporte. A nivel personal e individual mantendré equilibradas y desarrollaré las cuatro dimensiones vitales: física, espiritual, mental y social/emocional. No criticaré si no es constructivamente; no me quejaré, pues soy dueño de mis acciones; no me compararé ni competiré si no es de una forma sana y con un buen fin. Mis acciones con los demás se basarán en el debate, el consenso y la humildad. Haré aportaciones regulares de solidaridad.
Una vez redactada la misión personal es momento de fijarse objetivos que nos permitan desarrollarla. De forma que si nuestra misión personal es realmente nuestra misión personal, los objetivos que de ella deriven serán apasionantes para nosotros, y precisamente esto es la primera característica para que podamos gestionar de forma eficiente nuestro tiempo. Pues...
Cuando haces algo que te apasiona, algo que realmente te gusta, algo que te hace crecer y que te acerca paso a paso al lugar donde quieres llegar; si cumples estas premisas, estoy seguro que no te costará tanto hacerlo, y este hecho es una característica fundamental para que puedas gestionar tu tiempo de forma eficiente, para que subas los escalones con alegría y optimismo, pues eres consciente que la escalera que subes te lleva donde realmente quieres que te lleve.
No quiero terminar la entrada de hoy sin recordar la importancia de este día, la importancia de una verdadera igualdad entre mujeres y hombres. Deseo con todas mis fuerzas que pronto dejemos de celebrar días como el de hoy, pues esto significará que realmente hemos conseguido su propósito. Estoy convencido que la solución radica en la educación y en esto mucho tenemos que decir las escuelas:
¿Por qué no incluir la igualdad real entre mujeres y hombres en la misión de nuestras escuelas?
Pasa un miércoles fantástico,
Raül
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