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Tal y com avancé en el post de la semana pasada (Relájate y educa), con el de hoy inicio una serie en la que desgranaré el libro «Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas»

Es un libro bastante largo, cargado de historias que, en muchas ocasiones, repiten el mismo mensaje. La verdad es que si ya te has leído el best seller «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva», salvo que quieras profundizar y/o recordar conceptos, no te recomiendo que leas «Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas». Repite mucho el mismo mensaje y, en mi opinión, ofrece demasiadas historias que aportan poco. Vamos, que con menos de la mitad de extensión se podría haber transmitido el mensaje. Sea como sea, lee los resúmenes que te traigo en esta serie y ya decides que hacer al final...

Vamos al lío...


Estructura.

El libro se estructura en los siguientes bloques:

En el post de hoy me centraré en la introducción y en el primer hábito. Conforme vaya publicando el resto de post de la serie, incluiré hipervínculos en la estructura que tienes arriba. Por tanto, este post representa un índice de toda la serie.


Va a estar «fuera del camino» el 90% del tiempo ¿Y qué?

El autor es realista y ya nos pone los pies en el suelo en el primer párrafo de la introducción: «Las familias, incluso las familias grandiosas, están fuera del camino el 90% del tiempo». También nos adelanta la forma de afrontar esta realidad: «La clave es que tienen [las familias grandiosas] una sensación de destino, saben cómo es el «camino», y siempre regresan a él una y otra vez».

Imagen de Tim Hill en Pixabay

Es decir, debemos aceptar que no somos perfectos, pero tendremos la llave de la efectividad familiar si contamos con:

  1. Una visión clara de destino.
  2. Un plan de vuelo.
  3. Una brújula.

En esta introducción se señala el camino que posteriormente se detallará través de cada uno de los 7 hábitos. También resalta la importancia de involucrar a toda la familia y de ser pacientes, muy pacientes, pues los resultados se verán a largo plazo (como ocurre con el bambú chino).


Hábito 1. Ser proactivo.

En este blog ya he reflexionado sobre la «proactividad» en más de un post (por ejemplo: AQUÍ en 2017 y AQUÍ en 2019). Estoy totalmente de acuerdo con Stephen Covey en la necesidad de que este hábito sea el primero de todos. Sin proactividad estamos perdidos, pues pensamos que no somos dueños de nuestras vidas; nos creemos víctimas del destino. Con una mentalidad reactiva, poco podemos hacer y de nada sirve profundizar en el resto de hábitos. Este primer hábito es la clave de todos los demás.

«El hábito 1, ser proactivo, es la habilidad de actuar con base en principios y valores más que reaccionar con base en la emoción o las circunstancias».

STEPHEN COVEY

Covey afirma que entre un estímulo y una respuesta, tenemos la libertad de elegir. Así mismo, resalta 4 aspectos clave relacionados con esta libertad para elegir:

  1. La autoconciencia.
  2. La conciencia.
  3. La imaginación.
  4. La voluntad independiente; el poder de tomar la acción.

De manera transversal a los 4 aspectos anteriores, el autor nos recuerda la importancia del «humor» y del «amor». El «humor» es un condimento perfecto para cualquier situación y el «amor», como verbo («No tenemos que amar. Elegimos amar»), podemos ejercerlo en cualquier momento.

Relacionado con este primer hábito, el autor nos explica la diferencia entre «el círculo de influencia y el círculo de preocupación». Los estoicos se refieren a estos conceptos a través de la «Dicotomía de control». El círculo de influencia es aquel en el que podemos actuar. El de preocupación está fuera de nuestras posibilidades; centrarnos en él nos hace ser reactivos.

«Cuando nos enfocamos en el círculo de influencia y éste crece, también estamos modelando a otros a través de nuestro ejemplo»

STEPHEN COVEY

En este primer hábito se introduce también el concepto de «cuenta de banco emocional»

La cuenta de banco emocional es como una cuenta de banco en la que puede hacer «depósitos», haciendo proactivamente cosas que construyen confianza en la relación, o puede hacer «retiros» haciendo reactivamente las cosas que reducen el nivel de confianza»

STEPHEN COVEY

Si actuamos de manera proactiva, enfocándonos en nuestro círculo de influencia y realizando depósitos en la cuenta de banco emocional de nuestra familia, construiremos relaciones de confianza y amor incondicional y aumentará nuestra habilidad de influencia positiva en nuestra familia. Para ello, el autor nos propone:

  1. Ser amables (¿Educación!).
  2. Disculparnos (¡Humildad!).
  3. Ser fieles a los que no están presentes (¡NO criticar!).
  4. Hacer y cumplir promesas (¡Integridad!).
  5. Perdonar (¡Dejar fuera el «ego»!).

Covey termina este primer hábito recordando las tres leyes del amor:

  1. Aceptación más que rechazo.
  2. Comprensión más que juicio.
  3. Participación más que manipulación.

Continua...


Feliz miércoles.

Raül

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Imagen destacada de Anrita en Pixabay

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