Este es un post de la serie «Los 7 hábitos de las familias altamente efectivas». Puedes leerlo de manera independiente, pero te recomiendo que también leas el resto de post de la serie. Desde AQUÍ puedes acceder al índice.

Vamos al lío...


Hábito 4. Pensar ganar-ganar.

Se trata del hábito que fundamenta el beneficio mutuo. Sin este hábito difícilmente podremos comprender la postura del resto de personas de nuestra familia y con toda seguridad, nos resultará imposible sinergizar.

Imagen de Anja en Pixabay

La opción ganar-ganar es la única alternativa a largo plazo. Por su parte, las opciones ganar-perder y perder-ganar, nos llevarán, invariablemente, a perder-perder. Si el padre o la madre utiliza su «fuerza» para aplicar la opción ganar-perder con sus hij@s, dejará en bancarrota la «Cuenta del Banco Emocional». Funcionará a corto plazo, pero a la larga, los hij@s acabarán teniendo más «fuerza» y, ¿sabes qué ocurrirá?... Si por contra se aplica la opción perder-ganar, se actúa sin visión y se perderá respeto.

«Un buen matrimonio y una buena familia requiere servicio y sacrificio. Pero cuando realmente ama a otra persona y comparte un sentido trascendente de propósito para crear un «nosotros», como educar a un niño, entonces el sacrificio no es nada más que cambiar algo pequeño por algo grande. El logro real viene del sacrificio. Es el cambio del «yo» por el «nosotros» lo que hace a una familia ser una familia»

STEPHEN COVEY

En lo esencial del ganar-ganar se encuentra el hecho de priorizar la salud de la relación familiar a ganar una discusión. Para ello, debemos actuar en base a necesidades y NO en base a deseos. Lamentablemente no siempre coinciden necesidades y deseos, especialmente en los más pequeñ@s de la casa. Para conseguir el hábito 4 con los «peques» de la casa, podemos:

  1. Dejarlos ganar en las cosas pequeñas y poco trascendentes.
  2. Interactuar con ellos alrededor de las cosas grandes. Se trata de demostrar que nos importa su bienestar, pero también se trata de dejar claro que no estamos construyendo nuestro propio ego. Necesariamente debemos involucrarlos en el problema y buscar soluciones conjuntas.
  3. Dar pasos para compensar el enfoque de competencia positiva. Es decir, cambiar el enfoque para que el resultado evidencie lo positivo de todas las posturas.

«Uno de los depósitos y retiros más grandes en la familia vienen de cómo se manejan las expectativas [...] La clave es crear expectativas claras desde el principio, y «los acuerdos ganar-ganar» familiares pueden ayudarle a hacerlo»

STEPHEN COVEY

Los cinco elementos de un acuerdo ganar-ganar son:

  1. Resultados deseados.
  2. Alineamientos.
  3. Recursos.
  4. Responsabilidades.
  5. Consecuencias.

Hábito 5. Buscar primero entender... luego ser entendido.

Este hábito representa el camino que conduce a la interacción interdependiente. La aplicación adecuada de este hábito nos permitirá separarnos de nuestra autobiografía y llegar a la mente y al corazón de nuestra familia.

«Y éste es mi secreto, un secreto muy sencillo: es solo con el corazón que una persona puede ver correctamente; lo esencial es invisible para los ojos» ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY (El Principito)

¿Ves un indio o un esquimal?

Seguramente la manera en que tú ves el mundo es diferente a la manera en la que lo veo yo. Posiblemente tú hayas visto antes el «indio» y yo el «esquimal». ¡Ambos tenemos razón!

«Las personas NO ven el mundo como es; lo ven como ellas son, por lo que han estado condicionadas a ser»

STEPHEN COVEY

La mayoría de problemas de comunicación y malentendidos están relacionadas con interpretaciones diferentes de un mismo evento. La «mochila personal» condiciona la interpretación de la realidad y cada persona tiene su propia «mochila personal». Adquirir el hábito 5 implica desprendernos de nuestra autobiografía y esforzarnos por entender la biografía de la persona que tenemos delante. Tras haberla entendido, podemos «contar nuestro cuento».

«Básicamente, nuestras satisfacciones vienen de nuestras expectativas. Entonces, si somos conscientes de nuestras expectativas, podremos ajustarlas de a acuerdo con esto y, en un sentido muy real, ajustar también nuestras satisfacciones [...] Entender esa realidad y ajustar las expectativas es, en un buen grado, controlar nuestra propia satisfacción»

STEPHEN COVEY 

El problema no solo son las «expectativas», también es el el «juicio». En muchos casos, escuchamos al otr@ juzgando. Incluso, antes de escuchar es posible que estemos «prejuzgando». La solución es «entender sin juzgar».

«El hambre más grande del corazón humano es ser entendido, ya que el entendimiento implícitamente afirma, valida, reconoce y aprecia el valor intrínseco del otro»

STEPHEN COVEY

Si nos esforzamos por entender la postura del otr@ antes de exponer la nuestra, estaremos haciendo un grandísimo depósito en la «Cuenta de Banco Emocional». Aplicar el hábito 5 creará un clima cálido, cariñoso, apoyador y motivador en el seno de la familia.

«Buscar primero entender y después ser entendido» se trata de un verdadero ejercicio de empatía, es decir, entender cómo las personas ven la situación y cómo se sienten sobre ella, y la esencia de lo que están tratando de decir. No se trata de imitar. En ocasiones no es necesario decir nada, basta simplemente con escuchar con respeto. En otras ocasiones se requiere hacer preguntas o usar el conocimiento experto. A veces basta con inclinar la cabeza. En todos los casos, se trata de un acto sincero, no manipulador, flexible y sobretodo humilde y respetuoso.

La segunda mitad del hábito 5 es «buscar ser entendido». Para ello es necesario compartir, con energía positiva y con mucho respeto, la forma en la que tú ves el mundo. En ocasiones se trata de ofrecer «feedback»:

  1. Buscando la utilidad.
  2. Separando la «persona» de la «conducta».
  3. Siendo sensible y paciente.
  4. Utilizando el «yo», es decir, dejando claro que es tu percepción.

En muchas ocasiones, al menos en el seno familiar, conviene NO ofrecer «feedback» negativo. Es recomendable ofrecer una retroalimentación negativa constructiva en un momento posterior, cuando la persona esté lista para ello.

Para conseguir la segunda mitad del hábito 5 debemos asegurar que hemos sido escuchados y entendidos. La «Comunicación NO violenta» puede ser una grandísima herramienta para aterrizar esta segunda mitad del hábito 5.


Hábito 6. Sinergizar.

El sexto hábito representa el producto final de los dos hábitos anteriores. Sinergizar nos permitirá obtener soluciones trascendentes de tercera alternativa. No se trata de «a tu manera» o «a mi manera», es «una manera nueva, mejor y más alta».

Imagen de Marc Pascual en Pixabay

[La sinergia] «Tiene un poder catalítico y dinámico que afecta cómo las partes interactúan entre sí. Surge del espíritu de respeto mutuo (ganar-ganar) y entendimiento mutuo al producir algo nuevo, no en comprender o conseguir la mitad».

STEPHEN COVEY

Este hábito no trata de llegar a soluciones de consenso a medias, sino de llegar a una verdadera y nueva solución consensuada. Una solución nueva que es mejor que cualquiera de las propuestas individuales. Para ello, es necesario haber aplicado los hábitos anteriores de manera adecuada, así como aceptar que todos somos diferentes, y a valorar positivamente y celebrar estas diferencias. El hecho de que en una familia existan diferentes formas de «ver» una misma cosa, supone una fortaleza y una oportunidad y en ningún caso una debilidad o amenaza.

Interiorizar este hábito provocará obtener un sistema familiar inmune a lo que Stephen Covey llama «los 4 cánceres mortales de la vida familiar»:

  1. Criticar.
  2. Quejarse.
  3. Comparar.
  4. Competir.

Para conseguir sinergizar, cada miembro de la familia, especialmente los adultos, debe ser consciente de sus fortalezas y debilidades, y actuar con humildad para construir un verdadero EQUIPO que maximice las fortalezas y minimice las debilidades.

«La felicidad no viene del dinero, posesiones o fama; viene de la calidad de las relaciones con personas que usted ama y respeta»

STEPHEN COVEY


Los hábitos 1 (proactividad), 2 (misión) y 3 (priorizar) son el «core». Los hábitos 4 (ganar-ganar), 5 (primero entender y después ser entendido) y 6 (sinergizar) crean el proceso que conduce a la habilidad de un trabajo familiar interdependiente.

Continuará...

Feliz miércoles.

Raül

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Imagen destacada de Maike und Björn Bröskamp en Pixabay