En plena tercera semana de cuarentena y formación on-line, estoy seguro que tod@s tenemos claro la dificultad de esta modalidad formativa y la imposibilidad de trasladar directamente las estrategias de la modalidad presencial. Después de aprender algunas herramientas para la docencia en línea, identificar las premisas básicas, y reconocer la relevancia del trabajo en equipo, la poda y selección de recursos, es momento de reflexionar sobre el diseño de actividades.

Aspectos a tener en cuenta para diseñar una actividad.

Tal y como nos evidencia la psicología cognitiva, aprendemos sobre aquello en lo que pensamos, por tanto, cuando diseñamos una actividad debemos:

  1. Definir los objetivos de aprendizaje, y
  2. Determinar cómo comprobamos que el alumnado ha alcanzado estos objetivos (evaluación).

La actividad debe garantizar que el alumnado dedique más tiempo a pensar sobre los objetivos de aprendizaje. Debemos evitar los detalles superfluos que solo pretenden dar contexto o estructura a una actividad. Por ejemplo, cuando le pedimos a nuestro alumnado que resuelva una actividad y que nos presente la solución en una herramienta informática totalmente nueva para él, es muy probable que dedique mucho más tiempo al aprendizaje de esta herramienta que a pensar sobre la propia actividad.

Las mejores actividades serán aquellas que, durante su desarrollo, conduzcan al alumnado a pensar sobre el objeto de aprendizaje, ya sea porque deban usarlo, interpretarlo, discutirlo, explicarlo con sus propias palabras, o a través de cualquier otra actividad que requiera darle significado.

Actividades para el desarrollo de aspectos esenciales del currículum.

La situación actual no obliga a ir al grano. Así lo recomienda el Secretario Autonómico de Educación y Formación Profesional de la Comunidad Valenciana (comunicado del 27/03/2020):


Es fundamental que las tareas que vaya marcando el profesorado sirvan para reforzar y consolidar los aprendizajes realizados en los dos primeros trimestres del curso, fomentando las rutinas de trabajo y manteniendo el hábito de estudio, estableciendo horarios y ayudando a las familias a llevar este confinamiento de la mejor manera posible. No podemos, ni queremos, exigir que desarrolléis los mismos aspectos del currículo que si de un periodo de clase presencial se tratara. Sabemos que es imposible, e incluso donde lo fuera, podría ser perjudicial por la desigualdad de acceso real y efectivo a los medios telemáticos de una parte importante de nuestro alumnado. Por ese motivo es imprescindible adaptar lo contemplado para el último trimestre del curso en las programaciones didácticas a la práctica posible y real en estas circunstancias, con el fin de seleccionar exclusivamente los contenidos que se consideren más relevantes para el desarrollo de las competencias básicas en la educación obligatoria y aquellos que se consideren imprescindibles para el alumnado que va a finalizar un ciclo de formación profesional, bachillerato o las otras enseñanzas postobligatorias. Queremos que os centréis en la atención y acompañamiento a vuestro alumnado y a sus familias, y no en rellenar formularios burocráticos, teniendo en cuenta la gran tarea de adaptación al nuevo entorno que estáis realizando.


Si además tenemos en cuenta que el Consejo de Estado de Educación se plantea la posibilidad de no avanzar más temario durante este curso, aún contamos con más argumentos para ser concretos y centrarnos en aspectos esenciales del currículum. Por tanto...

Durante este tiempo excepcional de cuarentena, las tareas y actividades que solicitemos a nuestro alumnado deben estar muy bien diseñadas, dejando de lado los aspectos superfluos y centrándose fundamentalmente en los objetivos de aprendizaje que consideremos básicos y esenciales del currículum.

¿Cómo identificar los aspectos esenciales del currículum?

Como ya he comentado en varias ocasiones, para diseñar nuestra estrategia didáctica, debemos emplear los criterios de evaluación y los resultados de aprendizaje del currículum.

En octubre de 2018 publiqué tres entradas relacionadas y consecutivas en las que detallé los conceptos básicos y propuse un ejemplo de diseño y evaluación de actividades de aprendizaje. Estas actividades se deducen directamente de los criterios de evaluación, estándares de aprendizaje e indicadores de logro:

  1. Evaluación por competencias en ESO y bachillerato.
  2. Ejemplo de actividad y evaluación basada en competencias.
  3. Instrumentos para la evaluación por competencias.

Se trata de un ejemplo que puede trasladarse sin problema alguno a cualquier nivel de enseñanza: infantil, primaria, bachillerato, FP,...

Actividades esenciales del currículum en modalidad a distancia.

Las instrucciones que facilitemos a nuestro alumnado (y a sus familias) en modalidad a distancia deben ser tremendamente claras. Es necesario que organicemos muy bien los contenidos que queremos enseñar y que las tareas y actividades asociadas se basen en instrucciones detalladas y a la vez concisas.

Estas instrucciones deberían incluir:

  1. Los objetivos de aprendizaje.
  2. Los criterios de evaluación y calificación.
  3. El enunciado de la tarea.
  4. Las orientaciones, consejos y recursos para el desarrollo.
  5. Las instrucciones de entrega.

Pulsa AQUÍ y descarga la plantilla

Además, los contenidos y tareas que pretendemos que desarrolle el alumnado (y a sus familias) deben presentarse, desde mi punto de vista, con una periodicidad semanal. En ningún caso recomiendo que todos los días (o los días que en modalidad presencial tendríamos clase) les mandemos instrucciones y tareas. Se trata de realizar una programación semanal (incluso podría ser quincenal) en la que se faciliten los recursos y las tareas asociadas a los objetivos de aprendizaje que queremos conseguir.

De este modo, el alumnado (y sus familias) pueden planificarse. Una vez facilitados los recursos, las tareas y las indicaciones pertinentes, el profesorado debería mantenerse en una postura pasiva, aunque atento a cualquier dificultad. Debemos estar ahí y dar respuesta a las dudas que se puedan plantear pero sin aportar más contenidos y tareas que las ya propuestas al inicio de semana.

La labor del tutor o tutora y del departamento de orientación, entre otras, debería centrarse en ayudar al alumnado a planificarse. Facilitar orientaciones, recursos, y consejos para organizar el estudio de forma semanal.

Obviamente esta metodología requiere de una planificación y coordinación previa del profesorado. ¡Si nosotr@s no somos organizados, difícilmente podemos aplicarla!

Feliz miércoles,

Raül

Imagen destacada de Mimzy en Pixabay

 

 

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