El Currículo

Si eres de los habituales por este blog sabrás que para mí el currículo es una excelente herramienta docente, una guía para el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje. Ahora bien, soy consciente que no todos opinan igual que yo. Existen compañeras y compañeros docentes que opinan que su creatividad está encorsetada por el currículo: objetivos y contenidos inalcanzables, criterios de evaluación complejos, competencias difíciles de integrar en las actividades,... Pues bien, COVID-19 deja el currículo en un segundo plano.

En la entrada de la semana pasada (Evaluación, promoción y titulación. COVID-19), respaldad por la Orden EFP/365/2020, ya indique que:

  1. Las actividades lectivas del último trimestre deben centrarse en los aprendizajes y competencias imprescindibles.
  2. En el tercer trimestre debemos desarrollar actividades de recuperación, repaso, refuerzo y, en su caso, ampliación de los aprendizajes que resulten necesarios para todo o parte del alumnado.

¿Héroes?

No somos personal sanitario, ni transportistas, ni trabajadores de supermercados,...

Imagen de Vinson Tan en Pixabay

¿Somos héroes?

Pues soy de los que piensan que nuestra actitud y nuestra postura ante el nuevo escenario COVID-19 es determinante para que la sociedad califique al maestro y a la maestra de una forma o de otra. Obviamente si continuamos haciendo lo mismo que antes, es difícil que se refieran a la profesión docente como una profesión heroica. Ahora bien, si guiamos al alumnado (y a sus familias) a través de rutinas de trabajo que faciliten el autoaprendizaje, afloramos nuestra creatividad y diseñamos actividades y tareas que contribuyan de forma notable al proceso de enseñanza y aprendizaje, trabajamos en equipo y realizamos una buena selección de recursos, y además empleamos las herramientas adecuadas para la educación a distancia, como mínimo, nos calificaran como verdaderos profesionales. Yo con esta calificación me doy por satisfecho, ¿y tú?

¿Imprescindibles?

Si un libro de texto, un enlace a una Web o cualquier otro recurso similar puede hacer nuestro trabajo, somos totalmente prescindibles. Pasamos de ser profesionales docentes a facilitadores de recursos educativos. No se trata de decirle a nuestro alumnado y/o a sus familias que hagan tal o cual tarea, debemos ir más allá. Cada actividad, cada tarea, cada planificación semanal debería incluir, como mínimo, (1) los objetivos de aprendizaje asociados y (2) las orientaciones para su desarrollo.

Salvo en el supuesto de ser cirujano o cirujana, nadie en su sano juicio intentaría realizar una operación a corazón abierto. ¿Por qué suponemos que el alumnado y/o sus familias pueden desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje con el simple enunciado de una actividad?

Ahora más que nunca se nos abre una puerta para demostrar el verdadero valor de nuestra hermosa profesión. Por favor, aprovéchala, demuestra tu valía, acompaña y guía a tu alumnado y a sus familias, permite que tus conocimientos sean evidentes (que no fáciles ni simples).

¡Demuestra que eres imprescindible!

Cuestiones para reflexionar

  • ¿Las tareas tienen en cuenta el contexto?
  • ¿Aprovecho los recursos que me aporta el hecho de el alumnado se encuentre en casa?
  • ¿Qué pretende la actividad del lunes?¿Qué relación tiene con la el martes?
  • ¿Qué quiero que el padre resalte en la actividad del miércoles?
  • ¿Qué orientaciones le doy a la madre de Pepito (que no se dedica a la docencia) para que pueda ayudarlo con la actividad del jueves?
  • ¿Qué pasos debo seguir y que materiales concretos debo utilizar para implementar el experimento del viernes?
  • ¿Estoy accesible?
  • ¿Respondo rápido a las dudas de mi alumnado y sus familias?
  • ¿Realizo videoconferencias con regularidad?
  • ¿Las videoconferencias son efectivas (objetivo concreto, orden del día,...)?
  • ...

Feliz miércoles,

Raül

Imagen destacada de Martine Auvray en Pixabay

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