En los tres post anteriores (¡Toma decisiones y asume que te perderás algo!, "La trampa de la eficiencia" y "La paciencia es la reina de la ciencia") compartí contigo algunas de mis anotaciones del libro "4000 semanas. Gestión del tiempo para mortales"
Uno de los capítulos de la segunda parte del libro (“Fuera de control”) se titula "La enfermedad humana". Veamos qué se esconde detrás de este controvertido título...
Cuenta el autor que al poeta francés Christian Bobin le asaltó, en un momento muy mundano, la siguiente certeza:
Estaba pelando una manzana roja del jardín cuando de repente entendí que la vida no iba a darme más que una serie de problemas maravillosamente insolubles. Y con este pensamiento, un océano de profunda paz inundó mi corazón.
Para profundizar en la reflexión del señor Bobin, el autor de 4000 semanas nos propone cinco preguntas sobre nuestra propia vida:
- ¿En qué situación de tu vida o tu trabajo estás buscando en este momento la comodidad, cuando lo que se requiere es un poco de incomodidad?
- ¿Estás comportándote y juzgándote por estándares de productividad o de rendimiento que son imposibles de cumplir?
- ¿En qué sentido aún no has aceptado que eres quien eres y no la persona que crees que deberías ser?
- ¿En qué ámbitos de tu vida estás echando el freno a la espera de tener la sensación de que sabes lo que estás haciendo?
- ¿En qué serían diferentes tus ideas si no te preocupara tanto que tus acciones llegaran a buen puerto?
Preguntas sin respuesta clara y única. Preguntas a las que le podríamos dedicar largas horas de debate. A continuación, te propongo una serie de reflexiones, ordenadas de acuerdo con las preguntas anteriores, para que puedas encontrar tus propias respuestas:
- Ante decisiones complicadas, escoge, siempre que puedas, la incomodidad que te permita crecer (hacerte más grande) frente a la comodidad que te mantiene igual o te haga más pequeñ@.
- Suele ser imposible dedicar el tiempo suficiente a tu trabajo, a tus hijos, a tener vida social, a viajar, a ser activista... Pues bien, ¿qué tal si dejamos que los estándares imposibles se estrellen contra el suelo y después escogemos unas cuantas tareas importantes de entre los escombros y nos ponemos con ellas hoy mismo?
- Explica el psicoterapueta Stephen Cope que: "a cierta edad al fin nos damos cuenta de que, aunque parezca mentira, a los demás les da igual lo que hagamos con nuestra vida". En línea con la afirmación de Cope, el autor de 4000 semanas afirma que: "No se consigue la paz interior, ni se experimenta la embriagadora sensación de ser libre porque alguien te valide, sino cuando te abandonas a la realidad de que esa validación no te traerá ninguna seguridad".
- Podemos pasar años actuando como si nuestra vida fuera un ensayo general y justificarlo diciendo que estamos adquiriendo habilidades y la experiencia necesaria que nos permitirá ejercer un control decidido sobre lo que nos rodea. Pero, ¿sabes qué? Es posible que lo que haya detrás de este contexto de ensayo constante es el miedo a enfrentarse a la perspectiva de no llegar nunca a saber la verdad de lo que estamos haciendo: en el trabajo, en el matrimonio, con nuestros hijos... Puede ser confortable pensar que los demás están en el mismo barco, sean conscientes de ello o no.
- Afirma Oliver Burkeman que "somos como los canteros medievales: añadimos unos pocos ladrillos más a la catedral que sabemos que no llegaremos a ver nunca acabada. Y pese a ello, vale la pena construirla".
A mí, estas cinco cuestiones me han hecho más consciente de la importancia de la aceptación. Aceptar, en todas las facetas de nuestra vida, nuestra finitud, nuestras limitaciones, nuestra locura, nuestra fragilidad, nuestro desconocimiento...
Esta aceptación me lleva a saber que:
- Las decisiones fáciles no suelen llevar al mejor lugar.
- NUNCA, NUNCA, podré hacerlo todo y por tanto, debo focalizarme en aquello que es IMPORTANTE PARA MÍ.
- Soy como soy y no vale la pena, ni por un segundo, aparentar ser como los demás quieren que sea.
- Vivo en una incertidumbre constante, no me queda otra que aceptarlo y disfrutar del viaje.
- Muy probablemente mis acciones no siempre tendrán un resultado claro y definitivo, aún así, vale la pena disfrutar de ellas. NUNCA llegaré a conseguir mi PROPÓSITO, pero sí puedo disfrutar caminando hacia él.
Por cierto... ¿Cuál crees que es la enfermedad humana?
Feliz miércoles.
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Vivir envejece y tiene riesgos. La enfermedad humana es para mí caminar por el camino más transitado. Ahora mismo la estandarización de la vida en todos sus aspectos que tiene como objetivo la multiplicación de espacios, tiempos y personas poco definidas.
Seguro que conoces el poema de Robert Frost.
https://www.poetryfoundation.org/poems/44272/the-road-not-taken
Los que intentamos viajar por los caminos menos transitados no lo tenemos fácil, pero posiblemente tengamos una vida más plena, al menos, más consciente.
Como escribe Robert Frost… “And that has made all the difference”
¡¡¡Gracias Paco!!!