Ahora sí que nos podemos quitar el sayo y lástima le tengo a quien no lo haga, je je je. Calor, mucha calor nos hace por aquí, pero me parece que es "normal" en estas fechas y también "normales" son las sesiones de evaluación que durante estas semanas se desarrollan en todas escuelas. Pues precisamente de este tema escribiré hoy, es decir, de las "reuniones docentes" donde se analizan los resultados de nuestras alumnas y alumnos y se decide sobre su calificación, promoción y titulación (por cierto, es posible que te interese ojear ESTE ENTRADA antes de seguir leyendo).
En ocasiones los comentarios de estas sesiones son buenos (me atrevería a decir que en la mayoría de las ocasiones), pero en otras tantas no es así, de forma que podemos escuchar afirmaciones como...
¡El grupo no es bueno!
¡No estudia en casa y tampoco trabaja en clase!
¡Se ha equivocado de estudios. Debería estar en...!
¡Le he hecho un "montón" de recuperaciones y no hay forma de que apruebe!
...
Son afirmaciones que he escuchado más de lo que hubiera querido. Incluso algunas de ellas han salido de la boca de quien te escribe (afortunadamente he conseguido cambiar el registro). No es necesario analizarlas con demasiado detalle para darnos cuenta que en todas ellas únicamente existe un "culpable": el alumnado.
¿Qué te parecen las siguientes afirmaciones?
¡Lamentablemente no he podido ayudarle en todos los resultados de aprendizaje!
¡No he sido capaz de conseguir motivarlo para que supere la asignatura!
¡Tendría que haber cambiado la metodología!
¡Tal vez si nos hubiéramos coordinado mejor...!
...
Soy de los que piensan que cuando no se quiere aprender no se aprende, y por tanto, estoy convencido que algunas de las primeras afirmaciones pueden llegar a ser ciertas. Ahora bien, también soy de los que piensan que el profesorado tiene una gran responsabilidad de los resultados obtenidos por su alumnado. Seguro que tú piensas iguale, ¿verdad?
Desde mi punto de vista, las sesiones de evaluación deben cambiar por completo. Su estructura actual no sirve, es caduca, no es eficiente, simplemente es un trámite donde el profesorado "cantamos" notas, firmamos unas actas y en el mejor de los casos debatimos de forma superficial sobre algún caso concreto (es la única que le queda, ¿lo aprobamos?...). Como he comentado, no siempre son afirmaciones negativas, ahora bien, aunque sean positivas, no dejan de ser simples análisis superficiales que aportan escasa personalización y pocas posibilidades de mejora.
A mi parecer, las sesiones de evaluación deberían ser momentos para el análisis, la reflexión, y la búsqueda de la mejora, donde:
- Analicemos con detalle a cada alumna y alumno de forma independiente:
- ¿Cómo ha podido influenciar su contexto familiar y social?
- Independientemente de los resultados obtenidos en cada asignatura:
- ¿Ha evolucionado personalmente?
- ¿Ha evolucionado intelectualmente?
- ¿Ha evolucionado socialmente?
- ...
- ¿Cual ha sido su comportamiento en cada asignatura? ¿Tiene alguna correlación con la metodología, con los recursos,...?
- ...
- Examinemos el proceso de enseñanza y aprendizaje con la intención de buscar puntos de mejora:
- ¿Se han empleado metodologías diferentes? ¿Cual ha funcionado mejor?
- ¿Qué recursos se han utilizado? ¿Pueden mejorarse?
- ¿Qué influencia han tenido los documentos de planificación docente (PEC, PGA, programaciones didácticas,...)?
- ¿El equipo educativo ha estado coordinado? ¿Cómo ha influido? ¿Cómo podría mejorarse la coordinación?
- ...
Pero... ¿Son viables estas sesiones de evaluación?
Sí, son viables siempre y cuando se preparen bien y se emplee la tecnología adecuada. El profesorado ha de preparar muy bien estas sesiones de evaluación y debería contar con un software que permita recoger los datos y las reflexiones. De este modo en la sesión de evaluación se podrían analizar los datos recogidos y establecer correlaciones entre las distintas reflexiones, es decir, trabajar sobre conclusiones y reflexiones previas independientes e identificar puntos en común. Todas y todos los docentes que asistan a la sesión de evaluación habrían reflexionado previamente y también habrían identificado puntos de mejora, de forma que en la sesión de evaluación se pondrían en común. Se trata de realizar un reflexión común en base a una reflexión individual previa basada en una serie de cuestiones que inciten a identificar puntos de mejora, pero también a tratar a cada niña y niño de forma independiente y singular. Todo ello recogido por una herramienta informática que cruce datos y aporte indicadores que permitan tomar decisiones objetivas, pero también decisiones humanas. Es decir, decisiones que atiendan a cada alumna y alumno en función de su perfil, de su evolución, de sus características particulares,... pero también que permitan aprender de los "errores" y mejorar la tarea didáctica y docente.
A ver si hay suerte y mi reflexión de hoy llega a alguna o algún emprendedor, empresa o especialista con capacidad suficiente para desarrollar este software. Si es así, espero que no dude en ponerte en contacto conmigo, pues tengo muchísimas más propuestas de software docente (gestión centralizada de documentos de planificación, comunicación interna y gestión de reuniones y actas,...).
Pasa un miércoles fantástico,
Raül
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