En ESTE POST te presenté el libro «Programaciones didácticas para FP. Una propuesta práctica y fundamentada», en ESTE reflexioné sobre los aspectos esenciales del preámbulo y sus primeros 4 capítulos, y en ESTE me centré en el quinto capítulo: las situaciones de aprendizaje.
Hoy te presento los capítulos 6 y 7: orientaciones metodológicas y apoyo a la inclusión.
Vamos al lío...
Capítulo 6. Orientaciones metodológicas
Para que el proceso de enseñanza y aprendizaje esté acorde con los principios pedagógicos del marco legislativo que regula las enseñanzas de FP, es necesario:
- Integrar aspectos científicos, tecnológicos y organizativos, para que el alumnado adquiera una visión global de los procesos productivos propios de la actividad profesional.
- Incorporar metodologías activas que faciliten los aprendizajes y conseguir entornos innovadores de aprendizaje.
- En el caso de optar por una metodología que no diferencie entre módulos profesionales, es necesario recoger claramente todos los RRAA sujetos a evaluación.
Además de los principios generales anteriores, debemos tener en cuenta la coordinación con las empresas en los módulos que se desarrollen en dual.
Otro aspecto muy importante es la adecuada atención a las diferencias individuales, a través de:
- Flexibilización.
- Alternativas metodológicas.
- Adaptación temporal
- Diseño Universal Formativo (DUF) o Diseño Universal de Aprendizaje (DUA).
Los principios pedagógicos establecidos por el marco legislativo todavía deben concretarse en cada centro educativo, a través del Proyecto Educativo de Centro (PEC), la propuesta pedagógica y/o el proyecto curricular de familia profesional o ciclo formativo.
Partiendo de este contexto, proponemos desarrollar las orientaciones metodológicas en base a dos subapartados:
Las orientaciones metodológicas de base.
Las orientaciones metodológicas específicas para el apoyo a la inclusión.
En el primer subapartado (orientaciones metodológicas de base) se puede recordar todo lo que nos indica la legislación y el propio centro, pero no debe quedarse simplemente en este recordatori. Es necesario concretar cómo se llevarán las medidas a la práctica del aula. En consecuencia, el texto de este subapartado debe ser concreto, conciso y responder al «cómo». Es importante tener presente que la programación didáctica es un documento práctico y operativo. Obviamente no es un libro de texto que se limita a exponer las distintas metodologías. Ejemplos:
- Si usualmente trabajas en base a proyectos de investigación, pues ya lo tienes, escribe que la metodología base predominante es la enseñanza basada en los proyectos de investigación.
- Si usualmente tu estrategia es la clase expositiva y el desarrollo de actividades prácticas asociadas a lo que se ha explicado, pues ya lo tienes, tu metodología base es la instrucción directa con un enfoque aplicado. No es necesario más prosa.
En el segundo subapartado (orientaciones metodológicas específicas para el apoyo a la inclusión), se debe incluir información acerca de la atención a la inclusión educativa. Consiste en identificar las necesidades específicas del alumnado para garantizar la igualdad de oportunidades y lograr todo su desarrollo potencial. Esto requiere la identificación y eliminación de barreras al aprendizaje y a la participación, el uso de recursos para dar respuesta a la diversidad del aula y el desarrollo de un currículo y unos valores inclusivos. Por tanto, se ha de dar respuesta a los distintos ritmos de aprendizaje y adaptar los RRAA cuando sea necesario. Proponemos indicar, de manera prioritaria, las medidas de respuesta que se aplican al grupo-clase (lo que se denominará «nivel de respuesta II»). Pueden mencionarse medidas como la programación multinivel y el DUA. Se trata de indicar, sin referencias directas al alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo y Formativo (NEAE-F), cómo afrontar la diversidad del grupo clase: distintos ritmos de aprendizaje, diferentes memorias de trabajo, etc. Este apartado será clave para reflexionar sobre la estrategia didáctica general y, en su caso, de forma específica, para una u otra situación de aprendizaje.
El capítulo termina con la siguiente reflexión:

Reflexión final del capítulo 6
Capítulo 7. Apoyo a la inclusión
La inclusión educativa consiste en poner en práctica los valores inclusivos. Esto requiere identificar las necesidades específicas del alumnado para garantizar la equidad y eliminar las barreras al aprendizaje y a la participación. Por otro lado, es necesaria la utilización de recursos para dar respuesta a la diversidad del aula y el desarrollo de un currículo con valores inclusivos. Por tanto:
- Se han de desarrollar actividades que fomenten la superación de las barreras al aprendizaje y la participación, para dar respuesta a los distintos ritmos de aprendizaje.
- Aplicar las medidas de respuesta que permita la legislación autonómica, para adecuar los RRAA y los CCEE a las barreras del alumnado.
En el capítulo anterior (orientaciones metodológicas) se adelantaron las medidas de respuesta I y II. En este capítulo se trata la aplicación de medidas específicas. En particular, proponemos abordar las medidas dirigidas al alumnado que requiere una respuesta diferenciada, individualmente o en grupo, y que implican apoyos ordinarios adicionales, por ejemplo: el refuerzo pedagógico, enriquecimiento curricular, itinerarios personalizados, etc. Es decir, proponemos poner el foco en las medidas de respuesta III y IV.
Incluimos dos subapartados:
Atención a la diversidad e inclusión educativa.
Respuesta diferenciada y planes personalizados.
En el primer subapartado, proponemos describir la estrategia general que se seguirá para atender al alumnado con NEAE-F. Se trata de dar un paso más del que se dio en el apartado de «Orientaciones metodológicas». Allí se describió la atención a la diversidad en el contexto de los niveles de respuesta I y II. En este apartado proponemos centrarnos en la estrategia general para la atención a la diversidad en el contexto de los niveles de respuesta III y IV. Si las orientaciones generales son las mismas para todos los módulos o ámbitos, debería valorarse la posibilidad de incluir este subapartado en la concreción curricular de centro, de forma que se haga una referencia a esta desde la programación didáctica.
En el segundo subapartado, desarrollaremos la respuesta educativa diferenciada para el alumnado con NEAE-F identificado en el análisis interno (capítulo «Contextualización»). Por ejemplo: ¿Qué premisas básicas debemos seguir para la alumna con dislexia? ¿Y para el alumno con altas capacidades intelectuales? Este segundo apartado, si procede, debería referenciar el Plan de Actuación Personalizado (PAP), documento externo a la programación didáctica, pero a la vez, estrechamente relacionado con ella.
Los principios y fines actuales del sistema educativo apuestan por la inclusión y la equidad. Estos elementos, propios de los derechos humanos, deben estar presentes en todas las enseñanzas y por tanto, también en las de FP. Cada vez será más usual que el grupo-clase sea más diverso y cuente con alumnado con NEAE-F. En este sentido, el apartado «Apoyo a la inclusión» no solo es más importante que nunca, sino que será cada vez más relevante.
Feliz «finde»
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