Estoy seguro que hoy será un gran día, un día repleto de quehaceres, aprendizajes, sonrisas,... A mi me espera una jornada completa, pero a la vez tranquila, todo perfectamente organizado y gestionado: escribir la entrada de hoy, corregir unas actividades, continuar con el inventario del taller, diseñar una propuesta para el seminario "Proyecto Roma" del próximo curso, hacer la comida (hoy paella de pescado), correr 12km con Roger, ir a la clase de Mindfuldness y Yoga,... Tareas que haré con fuerza y alegría, pues tengo las pilas a tope después de pasar un par de días por Zaragoza, una ciudad maravillosa y una gente tremendamente acogedora y encantadora. "Afilar la sierra" es un hábito que últimamente intento cuidar como el que más.
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[fantástico vídeo de Delsat International Group]
En esta entrada continuaré con la temática de las últimas semanas, centrándome de forma muy concreta en una de las acciones asociadas a las fases por las que debería pasar una innovación educativa contundente, es decir, una innovación que implique un cambio "sustancial" en la escuela.
Juan Manuel Escudero Muñoz en 1990 propuso una serie de fases por la que debería pasar cualquier innovación educativa: (1) crear un grupo innovador, (2) motivar la colaboración, (3) analizar la situación actual, (4) identificar puntos de mejora, (5) formular problemas, (6) buscar soluciones y consensuar un plan, (7) planificar, (8) implementar, (9) evaluar, e (10) institucionalizar.
Más "recientemente", en 1998, José Tejada Fernández nos propuso las siguientes: (1) planificar, (2) diseminar, (3) adaptar, (4) desarrollar, (5) evaluar, e (6) institucionalizar.
La verdad es que si analizamos las propuestas de Escudero y de Tejada, es posible llegar a la conclusión reduccionista de que ambas son tremendamente parecidas, pues: la fase de "planificación" propuesta por Tejada puede incluir las siete primeras fases propuestas por Escudero; por otro lado, la fase de "implementación" propuesta por Escudero puede incluir las fases de diseminación, adaptación y desarrollo propuestas por Tejada; por último, existe coincidencia absoluta en las dos últimas fases: evaluar e institucionalizar.
Centrémonos en la primera fase propuesta por Tejada y véamos las tareas/acciones que se derivan de la misma:
De todas las tareas asociadas a esta primera fase ("planificación"), quiero resaltar la primera y posiblemente la más importante y determinante, no solo de todas las actividades asociadas a esta fase, sino también de las más importantes de todo el conjunto de fases de cualquier innovación educativa.
¿Qué es un DAFO?
Es una herramienta de análisis empleada para determinar la situación de una organización o proyecto a través de un análisis interno donde se determinan las fortalezas y debilidades, y un análisis externo donde se establecen las posibles oportunidades y amenazas. Tras haber cuantificado la situación se plantean estrategias para mejorarla, siempre desde un punto de vista objetivo y teniendo muy presente las cuatro características básicas: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades.
(AQUÍ tienes una interesante herramienta gratuita desarrollada por la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa que seguro que te ayudará a desarrollar el DAFO de tu centro educativo)
¿Por qué es tan importante realizar un DAFO para planificar una innovación educativa?
Porque te permitirá conocer tu escuela, saber cuales son sus puntos fuertes, sus debilidades, así como las posibles oportunidades y amenazas externas. Con estos valiosos datos, podrás formular objetivos, priorizarlos y diseñar estrategias para llevarlos a buen puerto. Si no conoces tu escuela: ¿qué innovación llevarás a cabo? ¿Será la que realmente necesita tu escuela? ¿Qué posibilidades de éxito tendrá?...
Cambiar los libros por "tablets", instalar proyectores y pizarras electrónicas en todas las aulas, migrar a una nueva plataforma de gestión del proceso de enseñanza-aprendizaje, implantar un sistema de comunicación entre el profesorado y/o con las familias y el alumnado, cambiar el sistema de evaluación o la metodología docente,... Todas son posibles innovaciones educativas, pero... Aprender a trabajar en equipo, potenciar los valores democráticos (respeto, confianza, solidaridad,...), potenciar el desarrollo sostenible, trabajar en la resolución pacífica de conflictos,... También podrían ser innovaciones educativas. ¿Podemos lanzar todas estas innovaciones de forma simultánea? ¿Cual de ellas permitirá un mayor desarrollo de nuestra escuela? ¿Los recursos con los que contamos son adecuados? ¿Qué innovación tendrá mayor impacto sobre nuestro alumnado y sobre la sociedad en general?...
Son muchas las escuelas que, tal vez impulsadas por efectos mediáticos (yo lo llamo "postureo"), impulsan innovaciones centradas en la metodología (Flipped Classroom, AbP,..) sin realizar ningún tipo de análisis DAFO. ¿Cuántas de estas escuelas llegan a buen puerto? ¿Cuántas de ellas evalúan e institucionalizan los resultados? ¿Qué posibilidades de éxito tiene la implantación de una metodología activa que potencia el trabajo en equipo si precisamente esta es una debilidad del claustro?...
Un específico y buen análisis DAFO de la escuela, no asegura por si mismo el éxito de una innovación educativa, pero ayuda mucho, muchísimo, así que te recomiendo que no sea una de las tareas que pases por alto.
Hoy termino la entrada expresando mi más sentida solidaridad con el pueblo británico, condenando los ataques de ayer en Manchester y preguntándome si el sistema educativo puede hacer algo para que esto no vuelva a ocurrir. Aquí dejo mi reflexión de hoy....
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Pasa un miércoles fantástico,
Raül
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