Tengo la sensación que el 2022 se convertirá en mi año de la lectura. Estoy devorando libros y aunque todavía no he realizado la revisión trimestral de mis propósitos 2022, creo que ya he cumplido con mis objetivos de lectura. Hoy te traigo el resumen del último libro que he leído. Considero que es un libro muy práctico y puede que te resulte interesante para tomar decisiones y ordenar tus pensamientos.

Vamos al lío...


Introducción

Posiblemente "Seis sombreros para pensar" sea el libro más conocido y mediático de Edward Bono, pero no es el único. El autor ha reflexionado sobre el pensamiento en otros tantos libros como: Pensamiento lateral, Pensamiento creativo, Creatividad, Seis pares de zapatos para actuar... La verdad es que se trata de todo un experto sobre esta temática.

El autor afirma haber diseñado el método de los seis sombreros para sacar el pensamiento del estilo argumentativo habitual y llevarlo a un estilo cartográfico. Se trata de convertir el pensamiento en un proceso de dos etapas:

  1. Elaborar un mapa.
  2. Elegir la ruta en el mapa.

Si el mapa es suficientemente bueno, la mejor ruta suele ser obvia.

Analicemos cada uno de los sombreros:


Sombrero blanco

Este es el sombrero de los hechos y de las cifras. Se trata de ser neutrales y objetivos al presentar la información. Sin emociones, valoraciones ni juicios. ¡Simplemente es así y punto!

Dentro de este sombrero podemos encontrar hechos contrastados y probados y hechos que se cree que son verdaderos, pero no tenemos la certeza pues no han sido completamente verificados.  La credibilidad también varía desde "siempre verdadero" a "nunca verdadero". Por lo que atendiendo a esta gama de grises, resulta necesario enmarcar las afirmaciones de sombrero blanco con un "siempre, "en general", "a veces", "de forma ocasional"...

Sombrero rojo

Con este sombrero legitimamos las emociones y los sentimientos como una parte importante del pensamiento. Se trata de hacer visibles los sentimientos para que puedan convertirse en parte del mapa y también del sistema de valores que elige la ruta. Cuando nos ponemos el sombrero rojo, no debemos intentar justificar nuestros sentimientos ni tampoco basarlos en la lógica. ¡Simplemente nos sentimos así y punto1

Este sombrero cubre dos amplios tipos de sentimientos:

  1. Los asociados a las emociones comunes, desde las fuertes (por ejemplo el miedo), hasta las emociones sutiles (por ejemplo la sospecha).
  2. Los asociados a los juicios complejos (presentimientos, intuiciones, sensaciones...).

Sombrero negro

El sombrero negro se centra específicamente en el juicio negativo. Se trata de señalar lo que está mal, lo incorrecto y erróneo. Incluso se ocupa también de los riesgos y peligros de una idea y de las imperfecciones de un diseño.

No se trata de argumentar, sino de colocar en el mapa los elementos negativos. Para ello podemos hacer uso del pasado (¿la idea encaja con lo ya sabido?) y/o del futuro (¿qué podría fracasar o ir mal?). Cuando utilicemos este sombrero NO podemos encubrir complacencia negativa o sentimientos negativos (sombrero rojo). Tampoco debemos emitir juicios positivos (sombrero amarillo).

Sombrero amarillo

Este es el sombrero positivo y constructivo, es decir, lo contrario que el sombrero negro. Abarca desde el aspecto lógico positivo y práctico, hasta los sueños, visiones y esperanzas.

Cuando nos ponemos el sombrero amarillo debemos indagar y explorar de manera optimista, buscando valor y beneficio. También debemos operativizar y hacer propuestas concretas. Es decir, no solo se trata de construir sino también de conseguir la eficacia.

En este sombrero tienen cabida las visiones, los sueños, la especulación positiva,... Pero ojo con la euforia positiva (sombrero rojo) yi con la creación de ideas (sombrero verde).

Sombrero verde

El sombrero verde nos lo pondremos para ser creativos. Y es que el color verde simboliza la fertilidad, el crecimiento, y el valor de las semillas. Se trata de ir más allá de lo conocido, lo obvio y lo satisfactorio.

Con el sombrero verde sustituimos el lenguaje del juicio por el lenguaje del movimiento. Es decir, se procura avanzar desde una idea para alcanzar otra nueva. Para ello podemos utilizar la provocación y el lenguaje lateral (lenguaje sin lógica).

Sombrero azul

El último sombrero es el del control y el de la organización del propio pensamiento. El sombrero azul propone cambiar de sombrero para tener una visión global y enfocada. Se trata de establecer las tareas de pensamiento que se van a desarrollar. Es el sombrero responsable de la síntesis, la visión global y las conclusiones.


Edward Bono afirma que "el mayor enemigo del pensamiento es la complejidad, porque conduce a la confusión". Los seis sombreros para pensar se presentan como un método con dos propósitos centrales:

  1. Simplificar el pensamiento, permitiendo que la persona trate una cosa después de otra.
  2. Permitir una variación en el pensamiento, de modo que se consigue una instructiva taquigráfica que solita pensar de ciertos modos sin amenazar el ego o la personalidad de ninguna persona. Es decir, proporciona roles de pensamiento.

Después de habernos puesto los seis sombreros, podremos dibujar un mapa y escoger la ruta más adecuada para nosotros.

Feliz miércoles

Raül

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Imagen destacada de icsilviu en Pixabay

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