Conocí a Elio hace unos tres años. Un pequeño debate sobre las programaciones didácticas y un intercambio de opiniones fue suficiente para saber que Elio es una persona extraordinaria y un profesional riguroso y comprometido. Una de esas personas con las que sabes que se puede trabajar con confianza y rigurosidad. Elio y yo tenemos un proyecto entre manos que espero pueda ver la luz este mismo verano. Te escribiré sobre este proyecto en futuros post.

Las últimas semanas Elio ha trabajado en una práctica guía de inclusión educativa. Es una guía en formato pregunta-respuesta que seguro que será útil para muchos docentes, especialmente para las tutoras y tutores. Esta guía responde a preguntas relacionadas con conceptos básicos de inclusión educativa, repasa las medidas de respuesta educativa, la evaluación sociopsicopedagógica, el plan de actuación personalizado y finaliza (al menos esta primera versión) en ITACA3. Todo desde un punto de vista práctico, directo y pensado para que pueda ser fácilmente entendido por docentes no especialistas en estas temáticas.

Elio, muchas gracias por tu generosidad.

La palabra es tuya:


El antiguo protocolo imperial nipón establece que el súbdito deberá dirigirse al emperador con «estupor y temblores». Así nos lo recuerda Amélie Nothomb en su obra homónima y así parecen verse algunos profesores y tutores de educación secundaria cuando se encuentran con las sucesivas novedades legislativas, que con frecuencia les exigen asumir un nuevo cometido sin contar con demasiadas pistas sobre qué deben hacer y cómo deben hacerlo.

Imagen de Nina Garman en Pixabay

La idea de inclusión educativa se define en el Decreto 104/2018 y consiste en identificar las necesidades específicas de cada estudiante para garantizar la igualdad de oportunidades y lograr todo su desarrollo potencial. Para ello se definen unas líneas y unos protocolos de actuación que se han de seguir de forma ordenada y que requieren la intervención del tutor, del que se espera que asuma gran parte de la responsabilidad para llevarlos a término.

No existe, en el momento en el que se escriben estas líneas, demasiada información que aborde esta cuestión de forma precisa y práctica, y además el tutor puede encontrarse con prácticas habituales en el centro que entran en contradicción con lo dispuesto en la normativa. Por tanto, resulta esencial contar con una base de conocimiento rigurosa y accesible que ayude a los tutores a conocer y cumplir con sus obligaciones de la manera más directa y pragmática posible.

Para contribuir a este esfuerzo, he recogido en un breve documento el producto de la investigación que hice para averiguar qué se espera del tutor en relación a la inclusión. No se trata de un documento exhaustivo, pero sí riguroso, y puede resultar de utilidad a otros docentes. Puesto que es esperable que la normativa se vaya modificando en el futuro, mantendré una versión actualizada del documento que puede descargarse en el siguiente enlace:

Guía de inclusión educativa para tutores


Feliz miércoles,

Raül

 

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Imagen destacada de Fushimi Inari-taisha, Kyoto. (CC) Dimitry B.