¿Planificar o programar? El mapa frente a la ruta diaria

En nuestro ámbito profesional, usamos los términos «planificar» y «programar» casi de forma intercambiable. Sin embargo, no son lo mismo. Confundir el mapa con la ruta diaria puede llevarnos a una parálisis estratégica o a un activismo sin rumbo.

En ESTE INTERESANTE POST, Iago Fraga reflexionaba precisamente sobre esta distinción. Es una reflexión que comparto y sobre la que he profundizado en los prólogos de los libros sobre programaciones didácticas en los que he participado (infantil y primaria; ESO y bachillerato; FP).

Para desenredar la madeja, nada mejor que acudir a la RAE, que nos da pistas claras:

  • Planificar: Es "hacer plan o proyecto de una acción". Implica un "plan general, metódicamente organizado [...] para obtener un objetivo determinado".
  • Programar: Es "idear y ordenar las acciones necesarias para realizar un proyecto".

La diferencia es sutil pero crucial. La planificación es estratégica, es el ámbito del pensamiento (el "qué" y el "por qué"). La programación es táctica, es el ámbito de la acción (el "cómo" y el "cuándo").

Con base en estas acepciones y entendiendo la "didáctica" como la finalidad de enseñar, en los libros proponemos esta definición de Programación Didáctica:

La ordenación de las acciones de enseñanza necesarias para ejecutar la planificación prevista en el Proyecto Educativo de Centro.

En definitiva, se trata de llevar las grandes ideas de la planificación a un nivel de concreción tal que podamos pasar del "pensamiento" a la "acción".


¿Programación Didáctica o Programación de Aula?

Esta primera distinción es la llave para entender la confusión más habitual en los centros: la diferencia entre la "Programación Didáctica" y la "Programación de Aula".

  • La Programación Didáctica (PD) concreta la planificación del centro para un departamento (en secundaria) o un ciclo (en infantil y primaria). Es un documento crucial que establece las pautas comunes para todo un equipo docente. Se mueve a medio camino entre el pensamiento y la acción; es un documento de planificación cooperativa.
  • La Programación de Aula (PA), por su parte, es un documento que se ubica plenamente en el ámbito de la acción. Es la concreción operativa de la PD, donde cada profesor o profesora particulariza esas pautas comunes.

A mi parecer, la Programación de Aula tiene dos grandes dimensiones que la convierten en un documento vivo y dinámico.

  • La programación previa (el diseño)

Aquí es donde el docente prepara los recursos que desarrollarán los criterios de evaluación o saberes básicos de la situación de aprendizaje. Es el diseño de la experiencia:

    • Presentaciones y mapas visuales.
    • Recursos de consulta (enlaces, bibliografía).
    • Documentos técnicos o guías.
    • Enunciados de actividades, tareas o proyectos.
    • Los instrumentos de evaluación que se usarán (rúbricas, guiones de entrevista, exámenes, etc.).
  • Los registros de clase (La evidencia)

Aquí es donde la programación "respira" y se adapta a la realidad. Incluye las evidencias de la evaluación y las observaciones para la mejora continua:

    • Registros de evaluación y calificación del alumnado.
    • Anotaciones del docente para optimizar el proceso de enseñanza.
    • Propuestas de mejora para modificar la situación de aprendizaje sobre la marcha.
    • Evidencias del progreso o dificultades del grupo.

Como su nombre indica, la Programación de Aula es única para cada aula y debe adaptar la Programación Didáctica a las necesidades específicas de ese grupo de alumnos.


Un ejemplo práctico

Imaginemos un centro con dos grupos por curso: 1ºA y 1ºB.

La Programación Didáctica de Matemáticas será la misma para ambos. Es el documento marco del departamento.

Sin embargo, cada grupo tendrá su propia Programación de Aula. El profesor del 1ºA tendrá la suya y la profesora del 1ºB tendrá la suya. Ambas deben ser coherentes (pues parten de la misma PD: mismos objetivos, situaciones de aprendizaje base, metodología general), pero necesariamente tendrán matices distintos.

El nivel de diferencia entre ellas dependerá de la propia PD. Cuanto más concreta y cerrada sea la Programación Didáctica, menores serán las diferencias. Y al contrario: cuanto más abierta y flexible sea la Programación Didáctica, más espacio habrá para la diferenciación en las Programaciones de Aula.

En la práctica, la Programación de Aula debería ser ese documento sagrado donde cada docente despliega su verdadera creatividad pedagógica: en el diseño y exposición de saberes, en el desarrollo de actividades memorables y en la puesta en práctica de una evaluación justa y formativa.


Feliz finde

Raül

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