Como profesional de la educación, y desde mi experiencia como inspector, he podido constatar la enorme expectación y, a la vez, la profunda incertidumbre que ha generado la nueva ley de Formación Profesional. El cambio hacia un modelo dual es, sin duda, una oportunidad histórica para alinear la formación con la realidad del tejido productivo. Sin embargo, en el corazón de esta transformación late un desafío mayúsculo que está poniendo a prueba la capacidad de organización de los centros educativos: el Plan Formativo.

La ley es clara: la Formación en Empresa (FE) es una fase curricular, no unas meras «prácticas», y debe diseñarse de forma corresponsable entre el centro y la empresa. Esto exige un Plan Formativo individualizado que detalle qué Resultados de Aprendizaje (RA) se adquirirán en cada espacio. Pero, ¿cómo llevamos esto a la práctica?


El dilema del Plan Formativo: Entre la utopía y la realidad

Nos encontramos ante dos extremos que debemos evitar. Por un lado, la utopía impracticable: diseñar un plan formativo único y a medida para cada estudiante en cada empresa. La gestión de tal nivel de personalización desbordaría los recursos de cualquier centro.

Por otro lado, la cruda realidad que estoy observando en muchas visitas: para simplificar, se está creando un único plan formativo para todo el alumnado, dualizando todos los módulos por igual. Esta solución, aunque comprensible por la presión, desvirtúa el espíritu de la ley y convierte, en la práctica, la nueva Formación en Empresa en la antigua FCT (Formación en Centros de Trabajo).

Entonces, ¿cómo podemos superar este obstáculo? ¿Existe una tercera vía que sea a la vez respetuosa con la norma y viable para los centros? Mi propuesta es un modelo organizativo que busca un equilibrio entre la personalización y la sostenibilidad.


Una propuesta de organización: El modelo por tipologías de empresa

La clave de este modelo es dejar de pensar en «empresas» como entes únicos y empezar a agruparlas por tipologías según su actividad principal o el tipo de tareas que el alumnado puede desarrollar en ellas. A partir de ahí, diseñamos un Plan Formativo específico para cada tipología de empresa, no para cada empresa individualmente.

La organización del curso se estructuraría en tres fases bien diferenciadas:

Fase 1: Formación común en el centro educativo (inicio de curso)

Desde septiembre hasta mediados de febrero, aproximadamente, todo el alumnado permanece en el centro. Este período es fundamental para asentar una base sólida, impartiendo los aprendizajes esenciales y aquellos Resultados de Aprendizaje que, por su naturaleza teórica o por seguridad, no se pueden trabajar en la empresa.

Fase 2: Rotación por tipologías de empresa (formación dual)

A partir de mediados de febrero, comienza la FE, organizada en bloques. El alumnado se divide en tantos grupos como tipologías de empresa hayamos definido. Mientras un grupo está en la empresa, el resto trabaja en el centro educativo los mismos Resultados de Aprendizaje desde una perspectiva más teórica o mediante simulaciones.

Esto permite que el profesorado no tenga que duplicar resultados de aprendizaje y que todo el alumnado avance al mismo ritmo, independientemente de si está en el centro o en la empresa.

Fase 3: Consolidación y proyectos finales en el centro (final de curso)

En las últimas semanas del curso, todo el grupo vuelve a reunirse en el centro. Esta fase se dedica a:

      • Desarrollar proyectos intermodulares o situaciones de aprendizaje que integren lo aprendido.
      • Reforzar aquellos aprendizajes que hayan podido quedar menos consolidados.
      • Completar el programa formativo y trabajar resultados de aprendizaje que no se hayan podido abordar por causas justificadas.

Diagrama Resumido del Modelo

Septiembre - Febrero Febrero - Marzo (Periodo 1) Marzo - Abril (Periodo 2) Abril - Mayo (Periodo 3) Mayo - Junio
Centro educativo Todo el alumnado Alumnado Grupos B y C Alumnado Grupos A y C Alumnado Grupos A y B Todo el alumnado
Empresa / Organismo Alumnado Grupo A Alumnado Grupo B Alumnado Grupo C
Actividades Aprendizajes esenciales y RA no dualizados Desarrollo de RA dualizados del Grupo A Desarrollo de RA dualizados del Grupo B Desarrollo de RA dualizados del Grupo C Proyectos, refuerzo y profundización

 


Ejemplos prácticos del modelo

Para visualizar mejor la propuesta, veámosla aplicada a dos ciclos formativos concretos.

Ejemplo 1: Ciclo de Grado Medio en Electromecánica de Vehículos (3 Grupos)

Agrupamos las empresas colaboradoras según su especialización:

  • Tipología A (chapa y pintura): Talleres de reparación de carrocerías y aplicación de pintura.
  • Tipología B (mantenimiento correctivo): Talleres centrados en diagnóstico y reparación de sistemas mecánicos y electrónicos.
  • Tipología C (mantenimiento preventivo): Talleres de mecánica rápida o concesionarios enfocados en operaciones sistemáticas (revisiones, cambios de aceite, neumáticos, etc.).

El alumnado rotaría por estos tres tipos de talleres, adquiriendo una visión completa del sector.

Septiembre - Febrero Febrero - Marzo Marzo - Abril Abril - Mayo Mayo - Junio
Centro educativo Todo el alumnado Grupos B y C Grupos A y C Grupos A y B Todo el alumnado
Empresa (Tipología) Grupo A (chapa y pintura) Grupo B (M. Correctivo) Grupo C (M. Preventivo)
Actividades Aprendizajes esenciales y RA no dualizados Reparación de elementos metálicos y sintéticos; pintado. Diagnóstico de averías en motor; reparación de sistemas. Mantenimiento programado; sustitución de elementos. Proyecto final: Simulación de la gestión completa de un taller.

Ejemplo 2: Ciclo de Grado Medio en Actividades Comerciales (2 Grupos)

En este caso, adaptamos el modelo a una realidad con dos grandes tipos de empresas colaboradoras, ampliando la duración de cada estancia para una mayor inmersión.

  • Tipología A (comercio de proximidad / tienda especializada): Negocios donde prima la atención personalizada, la gestión de stock a pequeña escala y el escaparatismo.
  • Tipología B (gran superficie / almacén logístico): Grandes distribuidores o centros logísticos donde los procesos clave son la gestión de grandes volúmenes, la logística y la preparación de pedidos.
Septiembre - Febrero Febrero - Finales de Marzo Abril - Mediados de Mayo Finales de Mayo - Junio
Centro educativo Todo el alumnado Alumnado Grupo B Alumnado Grupo A Todo el alumnado
Empresa (Tipología) Grupo A (comercio proximidad) Grupo B (gran superficie)
Actividades Aprendizajes esenciales y RA no dualizados Atención al cliente; técnicas de venta; uso del TPV. Organización del almacén; control de stocks; preparación de pedidos. Proyecto final: Creación de un plan de negocio para una tienda física con canal de venta en línea.

Este modelo no es una receta mágica, sino un marco flexible. Permite cumplir con la exigencia de personalización de la ley de una manera ordenada y sostenible, garantizando que el alumnado reciba una formación rica, diversa y, sobre todo, conectada con la realidad profesional que le espera. Es un paso adelante para que la nueva FP dual sea, de verdad, una formación de excelencia.


Feliz finde

Raül

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