Tercera y última entrega del libro
“Tiempos de pruebas: usos y abusos de la evaluación“
Recuerda contextualizar la entrada que tienes delante con la PRIMERA y SEGUNDA entrega.
En esta entrada te escribo sobre los dos últimos capítulos, los más provechosos según mi parecer:
- Razones para alegrarse: la evaluación para el aprendizaje.
- Recuperar la evaluación: responsabilizarnos de quienes somos.
Stobart nos presenta la evaluación para el aprendizaje (en adelante EpA) como un intento consciente de hacer de la evaluación un elemento productivo del proceso de aprendizaje, convirtiéndolo en parte esencial del proceso de enseñanza y del aprendizaje en el aula. El autor nos resalta las diferencias entre la EpA y las "inteligencias" y "estilos de aprendizaje" (véase la PRIMERA entrega), resaltando el énfasis de la EpA en lo situacional (interacción en el aula) en vez de en las disposiciones del aprendiz concreto. Es decir, la EpA centra la atención en lo que se esté aprendiendo y en la calidad de las interacciones y relaciones en el aula, por lo que cobra una importancia capital la comunicación y por tanto la retroinformación.
Para Stobart, los cinco factores clave de la EpA son los siguientes:
- Participación activa del alumnado en su aprendizaje (constructivismo).
- Retroinformación eficaz para todo el alumnado (feedback).
- Adaptación de la enseñanza para tener en cuenta los resultados de la evaluación (flexibilidad y cambio).
- Necesidad de que el alumnado se autoevalue (autoevaluación).
- El reconocimiento de la influencia de la evaluación sobre la motivación y la autoestima del alumnado (evaluación como acto social).
Para el Assessment Reform Group la Evaluación para el Aprendizaje (EpA) es el proceso de búsqueda e interpretación de evidencia para uso de los aprendices y sus maestros para identificar en qué fase de su aprendizaje se encuentran los aprendices, adónde tienen que llegar y la mejor manera de alcanzar ese punto.
Diferentes autores como BLACK y WILLAN o Shirley CLARKE relacionan la EpA con determinas prácticas docentes:
- Intenciones de aprendizaje y criterios de éxito: ser más explícitos acerca de la que se estudia y qué se requiere para una actuación satisfactoria, el "adónde tiene que legar" de la definición.
- Hacer preguntas: permitir al alumnado a pensar, a menudo colaborativamente, e incluso incluir el diálogo y el debate como una práctica habitual.
- Retroinformación: mecanismo clave para contribuir a la mejor manera de alcanzar el objetivo deseado. La retroinformación NO debe centrarse en la persona ("buen chico", "me has decepcionado",...) sino en la tarea.
- Autoevaluación y coevaluación: cultura de aula que permita juzgar la calidad del trabajo propio y el del resto de compañeras y compañeros, lo cual repercute en una mejor comprensión del concepto "aprendizaje eficaz".
Stobart defiende que la EpA parte de los siguientes supuestos clave:
- Un proceso social activo.
- El propio individuo crea el significado.
- La mejor manera de construir significado es sobre lo que ya se conoce.
Como resume Lorrie SHEPARD: "El sentido hace más fácil el aprendizaje, porque el aprendiz sabe dónde poner las cosas en su marco mental de referencia, y el sentido hace útil el saber porque las probables finalidades y aplicaciones ya forman parte de la comprensión"
La EpA debe permitir al alumnado:
- Tener más claro lo que hay que aprender y cómo será lo que se consiga, lo cual entronca con la claridad de nuestras intenciones y enunciados.
- Reconocer lo que comprenden y lo que no en el presente, autoconocimiento y aprendizaje a partir de los propios conocimientos.
- Percatarse de la mejor manera de avanzar.
Por tanto, como docentes debemos atender a las siguientes dimensiones (presentadas por Stobart como tensiones fundamentales):
- ¿Qué se aprende?
- Claridad frente a conformidad.
- La formativo en un clima sumativo
- Retroinformación eficaz
En resumen,...
La EpA presenta una forma positiva de avanzar en la configuración de la identidad del alumnado y del aprendizaje que tiene lugar, al destacar lo situacional y centrarse en la comprensión y en la mejora. En el centro se encuentra la visión de unos aprendices activos y autorregulados que trabajan para dar sentido a lo que están aprendiendo y autoevaluarse. Resalta la base colaborativa del aprendizaje a partir de unas intenciones y criterios compartidos. Todas estas características protegidas por la coevaluación y retroinformación eficaz.
En su octavo y último capítulo, Stobart nos propone responsabilizarnos de la situación actual de la evaluación. La solución esta en nuestras manos; en las tuyas; en las mías.
"(...) es fundamental que las personas cuestionen las etiquetas que otros quieran asignarles y que se responsabilicen de sus propias identidades como aprendices. Vivimos en tiempos de tests, pero no tenemos que estar a su merced"
GORDON STOBART
Y termino la entrada de hoy facilitándote una fantástica WEB relacionada con la Evaluación para el Aprendizaje. Una WEB donde no solo podrás clarificar conceptos, sino también profundizar y encontrar publicaciones y recursos muy interesantes:
EDUCARCHILE
Feliz miércoles,
Raül
IMAGEN DE DESTACADA TOMADA DE PIXABAY